La digitalización de las finanzas obliga a una adecuación de todo el sector, inclusive acerca del rol del trabajador financiero.
La incorporación de la digitalización en diversos sectores trae consigo cambios significativos tanto en los procesos como en el rol de los humanos, que pueden ser reemplazados por la tecnología. En el mundo de las finanzas es una realidad que genera cierto tipo de preocupación.
La inteligencia artificial (IA) y la automatización, revolucionan las operaciones y modelos de negocio, por lo que actualmente los profesionales del sector se ven atravesados por transformación, que incluye el restablecimiento de sus roles y habilidades.
La automatización en finanzas y el nuevo rol de los trabajadores
El concepto de automatización en el mundo de las finanzas es, quizá, una de las incorporaciones más relevantes en el sector, al ser la veta con la que las entidades bancarias comenzaron a adaptarse al mundo digital y da una respuesta a los clientes, que incluye velocidad y eficacia.
En la última década, herramientas como el aprendizaje automático y los algoritmos predictivos suman garantía y funciones a la automatización. Y es a través de ellas que tareas como la conciliación de cuentas, la generación de informes financieros y la gestión de riesgos se realizan de forma digital, lo que generó una alerta debido a que antes eran realizadas por el humano.
De aquí la pregunta: ¿Habrá una masiva pérdida de empleo humano en el sector? Si bien la respuesta a futuro es un tanto complicada de dar, actualmente se genera un registro sobre un cambio en las tareas, y no así una disminución de los trabajadores.
En este sentido, la automatización permite a los profesionales financieros dedicar menos tiempo a tareas repetitivas y más a actividades estratégicas, como la planificación financiera, el desarrollo de productos y la gestión de relaciones con clientes. Por ello, se indica que la tecnología actúa como un aliado, liberando tiempo y recursos para fomentar la innovación y el crecimiento.
Por ello, se habla de una renovación en cuanto al rol del humano, para también dar las respuestas a las nuevas necesidades del cliente, que va de la mano de la digitalización. El análisis de datos, el pensamiento crítico, habilidades comunicacionales y una capacidad de adaptación ante los cambios son algunos de los aspectos en los que trabajan las personas en el sector.
Pese a que hay una adecuación a este nuevo sistema, también se puede generar una brecha entre los trabajadores, respecto a quienes tengan acceso a capacitaciones educativas y quienes no, ya que los puestos especializados o estratégicos se benefician de estas tecnologías.
En este sentido, también se indica que la automatización puede impulsar la competitividad mientras generan nuevos roles relacionados con la gestión de datos, la ciberseguridad y el diseño de interfaces.
Lo cierto es que el futuro del trabajo humano en el sector dependerá del equilibrio que se encuentre entre los involucrados, con un necesario impulso del desarrollo humano. Los profesionales financieros deben tomar un rol activo en su desarrollo, buscando nuevas habilidades que los preparen para un entorno en constante cambio.En este sentido, la clave es tener un rol colaborativo con la tecnología para hallar una mejor posición en esta nueva etapa de digitalización de las finanzas.