Los smart contracts son utilizados para garantizar el cumplimiento de condiciones entre las partes es un paso más en la era de la digitalización en las finanzas.
La digitalización en las finanzas llegó para quedarse. Con las innovaciones tecnológicas se atraviesa una transformación en la gestión de bienes, con nuevas herramientas que facilitan transacciones, con la mínima intervención humana y menores costos.
En esta revolución tecnológica, los smart contracts ganaron un importante lugar al convertirse en una herramienta de transformación, al cambiar la forma en que las transacciones financieras se ejecutan, documentan y verifican.
Cómo funcionan los smart contracts y por qué son importantes
Las nuevas tecnologías dan paso a un cambio en la transición de operar de una forma tradicional de ejecución a una digitalización, donde las distancias no existen y las esperas, tampoco. En este escenario, surgieron los smart contracts, siendo programas autoejecutables en una red blockchain con reglas y condiciones predefinidas entre los involucrados.
Este contrato se ejecuta automáticamente solo al momento que se cumplen con las condiciones que se establecen. En todo el proceso no hay intermediarios tradicionales, como son empleados financieros, y el tiempo de aprobación es determinado por el cumplimiento de lo expuesto.
En el mundo financiero digital este tipo de contratos se utilizan en diversas operaciones, como en la facilitación de préstamos descentralizados sin la necesidad de un banco tradicional, para automatizar reclamos de seguros, en pagos internacionales, donde se eliminan intermediarios en transacciones transfronterizas, reduciendo costos y acelerando los tiempos, y para ejecutar contratos de futuros y opciones.
La elección de esta herramienta para las gestiones es principalmente por la reducción de costos que ofrece, al no necesitar abogados, bancos o notarías para validar y ejecutar los acuerdos, que se suma a la eficacia y rapidez que tienen en ejecutarse. Con los smart contracts, las transacciones se procesan en tiempo real.
Para ello, se utiliza la tecnología blockchain donde las transacciones quedan registradas en un “libro” digital que no es posible editar o alterar, por lo que esta innovación minimiza el riesgo de fraude y aumenta la confianza entre las partes, brindando seguridad en las gestiones.
No obstante, los smart contracts no cuentan con una regulación puntual, debido a que operan en un entorno descentralizado, por lo que no hay algunas respuestas respecto a jurisdicción y responsabilidad legal en caso de que haya problemas.
Otro de los desafíos que se plantea en su uso es la mínima capacidad de error que tiene. No se pueden registrar errores en los códigos diseñados en los contratos, ya que si esto ocurre puede tener consecuencias graves, como el robo de fondos o la ejecución incorrecta de transacciones.
A pesar de los desafíos a los que se enfrenta, esta herramienta se encuentra en constante cambio, junto con las innovaciones emergentes que todavía están en desarrollo.
Actualmente, los contratos digitales representan un gran avance en búsqueda de un sistema financiero más eficiente, transparente y seguro, al contar con el potencial para redefinir las transacciones financieras.