La regulación del sandbox, la innovación segura en el ámbito de las finanzas digitales

La digitalización financiera tiene  una respuesta ante los peligros de pérdidas y fraudes que pueden presentarse para los inversores. 

La constante evolución en la era de la digitalización es un hecho. Las tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial, el blockchain y las finanzas descentralizadas están transformando la realidad de las finanzas, pero hay un gran desafío: equilibrar la promoción de la innovación con la protección del sistema financiero y los consumidores. 

Es en este aspecto que el concepto del sandbox regulatorio surge como una respuesta clave ante esta problemática, frecuente en este mundo digitalizado. 

Cómo funciona la herramienta digital “anti errores”

Entre los distintos conceptos que surgieron en la última década, en relación adaptación de las finanzas en la digitalización, el “sandbox regulatorio” se destaca ampliamente debido a que refiere a un entorno controlado donde las empresas financieras pueden probar productos, servicios o modelos de negocio innovadores bajo la supervisión de las autoridades regulatorias. 

Esta herramienta permite que las compañías trabajen temporalmente con menos restricciones, siempre que cumplan con los criterios específicos pautados para proteger a los consumidores y al sistema financiero.

Este modelo es utilizado a gran escala, ya que su objetivo principal es impulsar la innovación segura, y permite que las startups y las empresas tecnológicas colaboren con los reguladores. De esta forma se busca  garantizar que sus innovaciones cumplan con las normativas existentes o ayuden a diseñar nuevos estándares cuando sea necesario.

El sandbox regulatorio es una herramienta estratégica que funciona para reducir riesgos, ya que al ser utilizado en un entorno controlado, las empresas pueden demostrar la viabilidad y seguridad de sus productos, sin exponer al cliente  a nuevas amenazas. 

Al colaborar con los reguladores, se puede realizar el ajuste necesario en los productos  para cumplir tanto con las normativas como con las necesidades del cliente, como así también brindar soluciones en sistemas de pagos, por ejemplo. 

Los beneficios que ofrece el sandbox regulatorio son diversos, entre ellos se distinguen la mitigación de riesgos al probar productos se identifican posibles fallos o riesgos; la apertura del diálogo entre empresarios y autoridades; se promueve la competitividad y es una forma de atraer inversiones, ya que con la tecnología financiera se ofrecen un entorno favorable para el desarrollo y la prueba de innovaciones. En este sentido, esta herramienta propone que los reguladores garanticen que no se impacte en la seguridad del consumidor, ni que existan abusos, por ejemplo, en el uso de datos. 

En esta línea, se debe hacer un enfoque colaborativo y con transparencia, siendo que el sandbox regulatorio tiene el papel de igualar la relación entre la innovación y regulación en las finanzas, como un espacio seguro para explorar nuevas herramientas.