Gamificación financiera: ¿Puede el juego impulsar la educación y la inversión?

Con el impulso de la digitalización, se creó una nueva herramienta que impulsa de manera interactiva la educación financiera. 

En un escenario mundial cada vez más digitalizado, diversos sectores comienzan a apostar a innovaciones tecnológicas, en búsquedas de nuevas herramientas atractivas para el usuario. En el mundo financiero, la gamificación es uno de los instrumentos en auge para captar la atención y cambiar comportamientos. 

Esta nueva herramienta está en plena adaptación, generando una transformación en la forma en la que las personas manejan su dinero, mediante el juego en donde se promueve la educación financiera. 

La gamificación financiera, la herramienta interactiva que impulsa el saber financiero

El concepto de gamificación financiera está ganando un gran espacio en lo que respecta a la administración y gestión de bienes. Puntualmente, es la integración de elementos de diseño de juegos en productos y servicios financieros, con el objetivo de motivar, educar y enganchar a los usuarios. 

Esta experiencia sensorial incluye recompensas, puntos, insignias y clasificaciones para incentivar ciertas conductas, como ahorrar regularmente, invertir de manera disciplinada o aprender conceptos financieros básicos. Diversas aplicaciones están destinadas a este tipo de espacio virtual. 

De esta forma, es una de las respuestas a la falta de educación financiera que se registra a nivel mundial. La gamificación puede cerrar esta brecha al hacer que el aprendizaje sea más accesible y menos intimidante, ya que conceptos financieros son tratados en mini-juegos interactivos, que premian a los usuarios con puntos canjeables por recompensas reales, por ejemplo. 

Mediante esta estrategia, no solo mantiene el interés, sino que también genera una retención de conceptos claves. Por este motivo, muchas aplicaciones de educación financiera más tradicionales están comenzando a adoptar este enfoque. 

No obstante, el desafío que enfrenta la gamificación puede fomentar comportamientos impulsivos en los inversores nuevos, que pueden confundirse al pensar que el mercado de valores es un juego. Esto es una gran preocupación ante el crecimiento de esta herramienta. 

En esta línea, como respuesta a este reto  los expertos recomiendan mantener un enfoque equilibrado que combine elementos de gamificación con una educación fuerte y transparente, para ofrecer claridad ante los riesgos con las inversiones y fomentar un comportamiento disciplinado, en lugar de uno impulsivo.

No obstante, la gamificación financiera tiene un gran potencial para transformar la educación y la inversión con un diseño adecuado que puede transformar lo que muchos consideran una tarea tediosa o intimidante en una actividad interesante y accesible.

Asimismo, con la llegada de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la realidad virtual, la gamificación podría evolucionar aún más. Lo cierto  es que se debe hacer con  responsabilidad, para asegurar que el usuario no solo se divierta, sino que también aprenda y tome decisiones financieras informadas.