Blockchain y stablecoins reemplazan a SWIFT en transferencias internacionales.

El fin del SWIFT: cómo blockchain y las stablecoins están transformando las transferencias globales | por Fernando Boudourian

Las nuevas tecnologías con su funcionamiento deja en evidencia diversos sistemas obsoletos y un evidente cambio que debe realizarse. 

Durante décadas, la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT)  fue protagonista en el sistema financiero global. Lanzado en 1973, este consorcio con sede en Bélgica conecta más de 11.000 entidades financieras en más de 200 países, permitiendo la mensajería estandarizada para pagos internacionales.

Pero el monopolio de SWIFT en la infraestructura de pagos transfronterizos comienza a quedar obsoleto, debido a la incorporación de innovación tecnológica, presiones geopolíticas y demandas de eficiencia.

Este panorama comienza a ser propicio para su derrumbe, y coloca a alternativas basadas en blockchain y, particularmente, en stablecoins para su reemplazo. En este sentido, el especialista financiero Fernando Boudourian destaca que la digitalización está transformando la banca privada y la relación con los clientes.

Una infraestructura robusta con un reemplazo en camino

El sistema SWIFT, brinda seguridad y es reconocido y adaptado en el mundo pero es criticado por su lentitud, elevados costos y opacidad. Las transferencias internacionales pueden tardar varios días en ejecutarse, implican diversos intermediarios bancarios y cobran tarifas poco transparentes.

En un mundo que exige inmediatez, como la que brindan los sistemas digitales, estas deficiencias se convierten en una oportunidad para soluciones más ágiles. La baja en la reputación de SWIFT llegó tras las sanciones impuestas a Rusia en 2022, cuando varios de sus bancos fueron desconectados del sistema.

Este suceso fue un punto de inflexión ya que por primera vez, quedó en evidencia que SWIFT podía ser utilizado como herramienta geopolítica, lo que llevó a diversos países y empresas a buscar alternativas descentralizadas y menos susceptibles a presiones.

En este panorama, la tecnología blockchain demostró ser una alternativa ideal para la transferencia de valor entre fronteras. Empresas como Ripple, Stellar y  Polygon están desarrollando soluciones que permiten pagos internacionales en tiempo real, con bajos costos, y sin necesidad de intermediarios.

A diferencia de SWIFT, que solo transmite mensajes de pago, las redes blockchain pueden liquidar transacciones en segundos y  puede  registrar tanto la orden como la ejecución en un solo proceso, por lo que reduce  el tiempo de compensación y mejora la trazabilidad.

Por otra parte, las stablecoins también toman relevancia en este escenario ya que están posicionarse como una herramienta de referencia para realizar transferencias internacionales, ya que ofrecen la estabilidad de una moneda fiduciaria y la eficiencia de los criptoactivos, las están transformando el paradigma del dinero digital.

Pero lo cierto es que el reemplazo, que será inminente,  de la SWIFT no se dará solo por una cuestión tecnológica, sino que también tiene implicancias geopolíticas. Países como China, Rusia e Irán están desarrollando sus propios sistemas de mensajería financiera basados en blockchain, buscando reducir su dependencia del dólar y de sistemas financieros occidentales.

En este sentido,  en lugar de desaparecer es probable que SWIFT se reinvente, incorporando tecnologías blockchain o colaborando con emisores de stablecoins para seguir siendo relevante.

SWIFT lanzó varios programas piloto con blockchain, incluyendo pruebas pero su supervivencia dependerá de su capacidad de adaptarse a un entorno digital.

Por el momento, debe plantearse una convivencia entre blockchain, stablecoins y pagos transfronterizos, lo que ya significa  una transformación estructural del sistema financiero global. La era del monopolio de SWIFT como canal exclusivo para transferencias internacionales parece tener su fin.