Asistente de inversión impulsado por inteligencia artificial, mostrando gráficos dinámicos y una interfaz intuitiva que analiza datos financieros personalizados en tiempo real.

Asistentes de inversión con conciencia de lo que pasa: la inteligencia artificial que entiende – por F. Boudourian

Se da un paso más en la digitalización de las finanzas con una herramienta que es capaz de analizar un escenario personal para accionar. 

Actualmente, los inversionistas enfrentan el gran desafío de tomar decisiones financieras complejas en tiempo real, en un escenario con volatilidad y dinamismo.

Las fluctuaciones en los mercados, los ciclos económicos globales y los cambios en las circunstancias personales de los inversores exigen una nueva generación de herramientas de asesoría financiera: asistentes de inversión impulsados por inteligencia artificial (IA) con conciencia contextual.

Esta innovación no sólo redefine la relación entre el inversor y la tecnología, sino que da paso a un paradigma más empático y adaptativo en lo que respecta a la gestión de patrimonios.

De los algoritmos a la inteligencia artificial que entiendo el escenario 

Durante la última década, los asesores automatizados o robo-advisors se posicionaron como una solución eficiente para la gestión pasiva de carteras, al dar respuesta a las nuevas necesidades de los clientes. 

Pero también, se presenta el problema de que carecen de sensibilidad ante eventos personales significativos, como una pérdida de empleo, una herencia inesperada o incluso una crisis de salud. Por ello, la nueva generación de asistentes financieros basados en IA está entrenada para comprender no solo el entorno macroeconómico, sino también el contexto personal del usuario en tiempo real.

Su importante función es tener  la capacidad para interpretar señales múltiples y cambiantes, que puede ser desde el tono emocional en una conversación con el cliente hasta la detección de cambios de conducta financiera, patrones de consumo, movimientos en cuentas bancarias o indicadores externos como la volatilidad del mercado.

Al contar con estas funcionalidades, la IA contextual puede adaptar recomendaciones, alertas y decisiones de inversión de forma más personalizada y sensible a las verdaderas necesidades del inversor.

En este sentido, el especialista financiero Fernando Boudourian indica que la confianza entre asesor e inversor es el pilar del éxito financiero.

En este escenario, surge el concepto denominado empatía algorítmica. Ya que gracias a modelos avanzados de procesamiento de lenguaje natural (PLN), análisis de sentimientos y aprendizaje automático, los asistentes con conciencia de contexto pueden inferir el estado emocional y financiero del usuario. 

Por ello, si una persona pasa por un período de estrés financiero, la IA ajustará su estrategia, priorizando liquidez y reducción de riesgos, en lugar de seguir promoviendo instrumentos agresivos o de largo plazo. Este enfoque es de gran relevancia en  momentos de crisis globales o recesiones.

Asimismo, uno de los avances más importantes de estos asistentes de inversión es su capacidad para poder sumar distintas fuentes de datos en tiempo real. Desde plataformas de banca abierta hasta redes sociales financieras y fuentes de macrodatos, lo que permite formar una visión integral del contexto en que opera cada cliente.

Además, es capaz de diferenciar entre una crisis transitoria y una bonanza real y permite que las estrategias de inversión evolucionen de manera más orgánica.

Sin embargo, los asistentes de inversión con conciencia de contexto no se proyectan como el reemplazo al asesor humano, sino que se pretende potenciar su capacidad de respuesta y profundidad de análisis. La combinación con profesionales financieros humanos será clave para brindar una gestión más empática, precisa y proactiva del patrimonio.

El futuro de las inversiones no solo será inteligente, sino también sensible, y esto promete ser la gran revolución en el sector. 

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