Resurge una estrategia financiera que enciende las alertas de los inversionistas. Un punteo sobre las empresas Special Purpose Acquisition Companies.

En los últimos meses, las Special Purpose Acquisition Companies (SPAC) resurgido ante la necesidad de capital por parte de startups tecnológicas, la menor disponibilidad de financiamiento de riesgo y la creciente presión de los inversores institucionales para tener acceso a nuevas e innovadoras oportunidades disruptivas.
En este sentido, el especialista Fernando Boudourian afirma que “no hay inversión sin riesgo, pero sí formas de mitigarlo”, y las herramientas financieras cumplen esa función.
Este retorno generó una gran repercusión debido al cuestionamiento sobre su rol en la actualidad respecto a determinar si se trata de una nueva oportunidad de inversión o si se trata de una nueva burbuja especulativa, que podría desinflarse con rapidez.
SPAC y fintech: una relación con historia
Una SPAC es una empresa que se crea con un objetivo puntual: adquirir otra empresa y cotizar en bolsa. Se tratan de vehículos de inversión que recaudan capital para luego fusionarse con una empresa privada y demostró ser un mecanismo atractivo para las fintech.
Entre 2020 y 2021, numerosas empresas del sector decidieron por salir al mercado a través de este modelo, evitando el proceso más riguroso y costoso pero este mecanismo tuvo una pausa general entre 2022 y 2023 pero resurgió al año siguiente y se posiciona en estos primeros meses del 2025.
Este escenario está impulsado por la recuperación de la confianza en los mercados de capitales y el enfoque hacia la tecnología financiera como un sector con un potencial de crecimiento.
Las dificultades en la financiación privada, un atractivo para inversores institucionales, mayor especialización y rigor en la selección de empresas y un entorno macroeconómico más estable son los factores que impulsan este nuevo panorama financiero.
Si bien se trata de un escenario positivo debido a su gran adopción, su la duda incide respecto a su sostenibilidad en el tiempo ya que se puede tratar de una especulación y que termine como en años anteriores.
En este sentido, el nuevo impulso de las SPAC en fintech no es necesariamente una burbuja, pero tampoco una garantía de éxito, pero si se necesita aplicar un enfoque más disciplinado y estratégico, donde se asegure que las fusiones puedan generar un valor real en lugar de ser simplemente una vía rápida para acceder al mercado de valores.
Para los inversores, esto implica analizar con detenimiento los fundamentales de cada empresa fintech que opta por una SPAC, evitando aquellas que dependen exclusivamente de expectativas de crecimiento sin una ruta clara hacia la rentabilidad.
Para las fintech, significa demostrar que su modelo de negocio puede sostenerse en el tiempo y no simplemente aprovechar la oportunidad del momento.
Por ello, las SPAC en fintech pueden representar una alternativa viable en el nuevo ciclo financiero, pero el éxito dependerá de una mayor transparencia, disciplina y madurez en la ejecución de estas operaciones.