Con la evolución y la adaptación del sistema financiero al mundo digital, los desafíos son diversos. La IA es una herramienta crucial de utilizar.
La digitalización en el mundo financiero es un hecho. La gestión de patrimonios atraviesa una transformación con la irrupción de las innovaciones tecnológicas, y en este proceso el fraude es un desafío para los inversores.
Se trata de una amenaza constante para las instituciones financieras, empresas y consumidores, que ponen en riesgo sus bienes. Si bien es crucial realizar un planeamiento estratégico para minimizar los riesgos, el papel de la inteligencia artificial (IA) cumple un rol fundamental en este sentido.
La capacidad de la IA para realizar análisis datos, en gran medida y tiempo real, permite detectar patrones que permiten la prevención de fraudes financieros, como así proporciona soluciones para detectar y mitigar riesgos antes de que se desarrollen.
El fraude financiero, un riesgo histórico con soluciones digitales
La gestión financiera digital no es la única que se expone a riesgos de fraudes. La tradicional, históricamente, también se enfrentó a este problema. De allí la creación de sistemas de reglas y controles humanos, que son efectivos para este plan, pero quedan obsoletos a los métodos más sofisticados que aplican los delincuentes en el mundo digital.
Desde la suplantación de identidad, sistemas maliciosos y software difíciles de detectar para un humano, son algunos de los métodos que se aplican en la actualidad. En esta línea es que la inteligencia artificial es una de las soluciones como una estructura capaz de realizar un monitoreo rápido y eficaz.
El machine learning, la deep learning y el procesamiento de lenguaje natural (NLP), la IA analiza patrones complejos de la información que se tiene de las transacciones, y puede detectar comportamientos riesgosos. Por ello, la adaptación de las entidades financieras con esta herramienta se volvió crucial.
En la actualidad, se detecta el importante papel de la IA en los fraudes más realizados en el mundo de las finanzas digitales. En primer lugar, logran prevenir transacciones fraudulentas realizadas a través de las tarjetas de crédito, ya que detecta gastos en tiempo real y lanza un alerta a los bancos cuando hay movimientos inusuales, como compras de alto costos en corto tiempo. También permite la localización de las mismas, para comparar con la ubicación del cliente.
Las transferencias bancarias es otra de las transacciones que son foco de fraudes. En ellas la IA identifica patrones para identificar si se trata de una estafa, como así también el riesgo que puede generarse al realizarla. Por último, esta herramienta es utilizada para prevenir actividades relacionadas con el lavado de dinero, con un monitoreo de movimientos de dinero como documentos e información para detectar riesgos de actividades sospechosas.
Cómo avanzan los fraudes y la seguridad en las transacciones digitales
Las ventajas al adaptar la IA en los sistemas financieros son diversas para minimizar riesgos de pérdidas. Pero también, los desafíos son diversos, en primer lugar se detecta la pero a medida que se detectan falsos positivos, cuando transacciones legítimas que identificadas como sospechosas. Esto puede crear inconvenientes con los clientes y generar costos para las entidades financieras.
En esta línea, se detecta que la IA trabaja con datos sesgados, que pueden arrojar resultados injustos o discriminatorios, lo que crea la necesidad de una supervisión detallada de los modelos de la herramienta, para que trabajen de forma justa.
Lo cierto es que la inteligencia artificial está en constante evolución, de la mano de los desafíos que surgen, sobre todo ante la sofisticación de los sistemas que desarrollan los delincuentes cibernéticos. Por este motivo, la integración de la IA con tecnologías nuevas, como el blockchain, puede brindar más seguridad y transparencia en las transacciones financieras.